La personalización es un lujo, porque no es algo de primera necesidad ni algo indispensable. Es más la realización de un capricho por llamarlo de alguna manera poniendo en cada detalle la impronta personal, es darle un cierto nivel a lo que se esta ofreciendo. Y como lujo tiene un valor, ese valor es exacto: ninguna persona que se considera artesana o que realice un trabajo manual mata con el precio. Porque mucho de lo que hace es por amor y ¡se quiere seguir haciéndolo!. Se cobra lo que vale y lo que se sabe que cuesta hacer cada detalle.
A continuación te dejo los valores de un producto personalizado:
✓ Insumos de primera calidad
✓ Trabajo hecho totalmente a mano, con mínimas intervenciones de máquinas.
✓ Único e irrepetible, es pensado por y para quien lo solicita
✓ Full: se personalizan tanto las hojas del interior como las tapas
La personalización lleva tiempo, detalles, insomnios, estrés, lágrimas y risas. Es renegar cuando las herramientas dejan de funcionar en el momento más inoportuno. No es para el que no tiene plata ni para el que quiere aparentar y revender el trabajo ajeno. Aquel que por ganar un mal cliente, que no sabe valorar el esfuerzo y vende "barato" termina al poco tiempo renunciando a su sueño porque no es rentable.
Yo cobro por lo que hago y por lo que sé, por el tiempo invertido en capacitarme para obtener los mejores resultados, por los detalles que tiene cada producto, por la calidad que busco, y por el tiempo que empleo en ofrecer algo especial para que el cliente sienta satisfacción al recibir su pedido.
LA PERSONALIZACIÓN ES UN LUJO Y COMO TAL SE PAGA. LOS DISEÑOS SON ÚNICOS.
Cada trabajo personalizado se realiza en conjunto con el cliente. Esto quiere decir que vamos transitando juntos todo el proceso: desde la idea hasta la realización total. El cliente forma parte de todo, elección y decisión. Yo lo armo y vos lo usas, y lo mejor ¡Es exclusivo!
- IMPORTANTE: Los diseños personalizados NO se repiten en otro cliente.